Endeudados, sin ventas y a punto de quebrar permanecen varios comerciantes formales del mercado Municipal Central. Señalan que el principal factor son los vendedores ambulantes, quienes se han apoderado de la calle Ambato a vista y paciencia de las autoridades. Subrayan que, en los puestos, los productos prácticamente se pudren, pues no tienen a quién ofrecerles.

Los operativos realizados no han dado los resultados esperados y ahora los comerciantes temen que la situación empeore con el cierre de la calle el 31 de diciembre. La ocupación de este acceso ha sido tan fuerte para esta temporada, que incluso los vendedores informales se colocan frente al mercado a vender los mismos productos generando una competencia desleal, pese a que la Ordenanza 040 que regula el comercio en los alrededores de los centros de abastos lo prohíbe.

Por las veredas también se complica caminar, pues los informales se han colocado con bancos, paraguas y sus productos a vender.

La cantidad de basura que dejan en los exteriores da un mal aspecto al lugar, e impide el paso de los vehículos y peatones, por lo que la ciudadanía pide más controles.