En el marco de una posible ordenanza municipal destinada a regular el uso de vehículos eléctricos en Santo Domingo, se han planteado propuestas que permitirían a ciertos grupos prioritarios, como madres que transportan a sus hijos a centros educativos, utilizar motos eléctricas en las ciclovías. No obstante, Irina Ortiz, propietaria de una tienda de bicicletas y ciclista, se opone a esta medida, argumentando que las ciclovías deben permanecer exclusivas para ciclistas. Ortiz también criticó la falta de incentivos por parte de las autoridades para promover el uso de bicicletas.

Desde la pandemia de COVID-19, Santo Domingo ha expandido su red de ciclovías, añadiendo más de 30 kilómetros en importantes avenidas como Abraham Calazacón, Quito y De los Tsáchilas. Sin embargo, estos cambios han generado críticas debido a la falta de planificación y al gasto público asociado, según la concejal Liliana Silva. Ella ha solicitado información detallada sobre la fiscalización de las ciclovías, incluyendo contratos, montos exactos y estudios técnicos, pero hasta ahora no ha recibido respuesta.

Los ciudadanos también han expresado su descontento, señalando que las ciclovías a menudo no son respetadas por los conductores. Manuel Ponce comenta que frecuentemente enfrenta obstáculos en estos espacios, mientras que otros residentes han mostrado su rechazo a las ciclovías en varios sectores de la ciudad. 

Además, las ciclovías en diferentes puntos de la urbe muestran signos de deterioro, lo que requiere la asignación de recursos para su mantenimiento.