En su mayoría, son peatones que bajan de los buses que transitan por la calle Galápagos. No hay pasos cebra señalizados, los que habían están a punto de desaparecer. Los transeúntes cruzan entre los carros sorteando su seguridad. Lo hacen lo más rápido que puedan hasta llegar a la otra acera. 

Así es. Estas escenas que son mucho más intensas en horas pico, ocurren frente a los agentes civiles de tránsito. 

A esto se suma el ruido excesivo que generan los vehículos que transitan por aquí. Los moradores en repetidas ocasiones señalan que han acudido al municipio en busca de acciones pero hasta ahora siguen conviviendo con este problema. 

En cambio, los conductores están conformes con el accionar de los uniformados. Señalan que son necesarios en este sitio. 

Por la calle Galápagos circulan la mayor parte de líneas de buses de Santo Domingo por lo que el caos en cuanto a tránsito se vuelve más intenso en horas pico del día.