Los diferentes sucesos de robos, asaltos y secuestros han detonado la inseguridad que siente la población en la ciudad, sobre todo en horas de la tarde.

La calle Galápagos ha sido caracterizada por su actividad comercial y por el flujo de peatones debido a que es una de las vías por donde circulan los buses urbanos que transportan a la ciudadanía a los diferentes barrios y cooperativas. Sin embargo, la comunidad señala caminar con temor por esta zona pues temen ser víctimas de antisociales en cualquier momento.

Muchos caminan a ritmo acelerado para evitar ser sorprendidos por delincuentes que pueden estar analizando a sus posibles víctimas.

Una situación de incertidumbre que también se ha visto reflejada en la actividad comercial. Los propietarios de negocios prefieren cerrar desde horas de la tarde para no ser blanco de robos.

A esto se suma el temor que comparten quienes se trasladan en sus vehículos y deben parar en los semáforos del centro de la ciudad, un descuido con las ventanas abajo puede ser la oportunidad de un delincuente.

Ante todas estas circunstancias que se evidencian en el centro de Santo Domingo, la población espera medidas como patrullajes y más vigilancia de uniformados para que se reduzcan los niveles de inseguridad.