Hace aproximadamente seis años, Jéssica Vélez fundó su escuela de esteticistas y cosmetología. Su historia ha inspirado a muchas mujeres que, como ella, han atravesado dificultades para sacar adelante a sus familias. Inició con una lavandería de ropa y hoy su nombre forma parte de una lista de empresarias que brindan empleo y ayudan a otras a desarrollar sus propios negocios. El apoyo de su esposo, padres e hijos ha sido fundamental en este camino lleno de obstáculos y aprendizajes. Para Vélez, lo más importante es que otras mujeres se empoderen y adquieran los conocimientos necesarios para emprender.

Con ese objetivo, inauguró una nueva escuela ubicada en la urbanización Mutualista Pichincha, entre las calles Río Yanuncay y Río Volcán, diagonal a la primera sede que continúa en funcionamiento.

Durante el evento se entregó reconocimientos al personal, a sus padres y suegros, pero su esposo, Ricardo Pilaguano, recibió un homenaje especial de parte de Jéssica por su labor en la Policía Nacional y por ser su pilar en su desarrollo. Él destacó que las mujeres que se capacitan en la escuela provienen de varias provincias del país, y que incluso algunos hombres se han inscrito en los cursos.

La ceremonia estuvo cargada de emociones. Su hijo Sebastián Pilaguano resaltó el esfuerzo y compromiso de sus padres, mientras que el capitán de policía Diego Rodríguez reconoció los años de servicio de Ricardo dentro de la institución.

Personalidades como Marcela García, presidenta de la Cámara de Industrias y Producción de Santo Domingo, y la asambleísta Yadira Bayas, felicitaron el trabajo de Vélez y su contribución al desarrollo local.

Con lágrimas de alegría, Jéssica Vélez cerró la jornada recordando que su sueño comenzó con un pequeño emprendimiento y hoy se ha transformado en una red de oportunidades para decenas de familias. Su proyección es crear más escuelas y una fundación para apoyar a mujeres que no tienen recursos para prepararse y brindarle un futuro mejor a sus hijos.