ROBO Y ASALTOS FRECUENTES PREOCUPAN A BARRIOS DE SANTO DOMINGO
La inseguridad en Santo Domingo de los Tsáchilas continúa generando temor e indignación entre los ciudadanos. A las elevadas cifras de muertes violentas que ya han encendido las alarmas, se suman robos y asaltos cada vez más frecuentes en distintos sectores de la ciudad. En la urbanización Brisas del Zaracay, un asalto a mano armada ocurrido la mañana del jueves 14 de agosto ha incrementado la preocupación de los vecinos. El hecho, registrado a las 06:35 en cámaras de seguridad, muestra cómo dos antisociales a bordo de una motocicleta interceptan a un padre de familia que se disponía a recoger a su hija para llevarla al centro educativo. Los delincuentes, armados, le arrebataron un teléfono celular y una cadena de valor antes de huir.
Este hecho ocurrió apenas cuatro días después de otro robo que indignó a la comunidad. En imágenes captadas por una cámara de vigilancia en la intersección de las calles París y Madrid, se observa cómo un sujeto desciende de un taxi y, a punta de violencia, le quita el celular a un transeúnte que caminaba pasadas las 21:00. Aunque la víctima intentó resistirse, no logró evitar el robo. Vecinos aseguraron que la delincuencia en la zona se ha intensificado desde que fue retirada una puerta de seguridad que ellos mismos habían instalado para protegerse.
Según residentes, las personas más afectadas por estos robos son quienes trabajan en labores de limpieza y se trasladan a pie en horarios tempranos o nocturnos, y que pese a que han gestionado mayor presencia policial, afirman que los resultados han sido escasos.
La preocupación crece también por la circulación de videos en redes sociales, grabados el mismo 14 de agosto, en los que se observa a varios sujetos con armas de grueso calibre movilizándose en una camioneta doble cabina y un automóvil blanco. Estos registros habrían sido captados en las cooperativas Juan Eulogio y 20 de Octubre. Hasta el momento, la Policía Nacional no ha emitido un pronunciamiento oficial sobre estos hechos, que mantienen a la población en zozobra y refuerzan la percepción de que la inseguridad no se limita a disputas entre bandas delictivas, sino que impacta de manera directa en la vida cotidiana de los santodomingueños.