junio 10, 2024

EL 8,2% DE ECUATORIANOS SON ANALFABETOS DIGITALES Y ESO LOS HACE VULNERABLES

Los ciberdelitos que se registran a diario en Ecuador son una muestra de la preparación tecnológica que han adquirido los grupos de delincuencia organizada en los últimos años.

En entrevista, el jefe de la Unidad de Ciberdelitos de la Policía Nacional, Gonzalo García, dice que las transferencias forzadas, estafas y suplantación de identidad son los principales ciberdelitos que se cometen en el país.

Aunque detalla que la mayoría de detenidos estuvo involucrado en casos de pornografía infantil. Según García, el cierre de la brecha tecnológica ha provocado un repunte de este tipo de delitos que, reconoce, son difíciles de erradicar.

¿Cuáles son los principales ciberdelitos que se cometen en Ecuador?

Hay que diferenciar lo que son los ciberdelitos dependientes y los habilitantes. Los primeros están relacionados con los ataques cibernéticos o los accesos no consentidos a un sistema informático, es decir, delitos puros en el mundo de Internet.

Mientras que los habilitantes son delitos comunes que se cometen utilizando la tecnología, como la venta de drogas y armas en la ‘deep’ web o divulgación de la pornografía, las estafas y las extorsiones en línea.

Con relación al número de delitos, en 2021 recibimos 1.851 investigaciones de la Fiscalía; en 2022, 1.340, y en 2023 cerramos con 1.112.

Estos delitos ocurren cuando las víctimas son obligadas a realizar transferencias de dinero desde sus celulares. En 2021 se registraron 851 casos; en 2022, 562, y en 2023, 371.

En segundo lugar están las estafas en línea con 212 en 2021; 107 en 2022; y 67 en 2023. Mientras que el tercer delito más común en Ecuador es la suplantación de identidad, con 222 casos en 2021; 120 en 2022; y 98 en 2023.

¿Esas cifras parecen sugerir que los delitos han bajado?

No, no han disminuido. Lo que ocurre es que desconcentramos la capacidad operativa. Ahora tenemos policías judiciales capacitados en investigación de ciberdelitos, para que la carga procesal se distribuya en todo el país.

La realidad es que estos delitos sí registran un incremento en el país y en todo el mundo por las actuales tendencias.

Las cifras que tenemos también señalan que hemos realizado 40 operativos entre 2021 y 2023 para desarticular bandas organizadas, que han dejado 42 detenidos.

El 90% de estas personas recibieron una condena porque las pruebas fueron muy técnicas y los abogados no pudieron desvirtuar.

¿Considera que 42 detenidos es una cifra suficiente?

Sí, porque son investigaciones largas, en las que muchas veces las víctimas o los victimarios están en otros países.

¿Cuáles fueron los delitos por los que detuvieron a estas personas?

La gran mayoría por pornografía infantil. El 70% fueron detenidos por este delito.

Usted hablaba de nuevas tendencias ¿A qué se refiere?

Nosotros manejamos una radiografía digital de Ecuador. Este documento dice que somos alrededor de 18 millones de habitantes.

De este número, el 92,2% utiliza un dispositivo móvil para conectarse a Internet, dejando una gran huella digital. Esto significa que al usar un dispositivo dejamos datos que los delincuentes utilizan para restrearlos y cometer delitos.

Otros datos que llaman la atención señalan que el 81,3% es usuario de Internet y el 73,5% tiene cuentas en redes sociales, lo que hace presumir que los ciudadanos están convirtiéndose en adictos cibernéticos.

Este desconocimiento los vuelve presa fácil para los delincuentes.

¿Han identificado a grupos de delincuencia organizada que utilicen canales digitales para cometer delitos?

Sí, claro que sí. Los grupos delictivos usan Internet para cometer delitos. En la ‘deep’ web ofertan drogas, datos personales, armas, pornografía, entre otros.

En los últimos días hemos visto un repunte de casos de ‘sexortisión’

Para delitos bajo la figura de pornografía, tenemos cooperación internacional que nos ha provisto de sistemas informáticos que nos alertan cuando hay videos o imágenes pornográficos.

En ese momento empieza el rastreo y las investigaciones.

¿Cuáles casos han sido los casos más graves que han detectado?

Los de pornografía y abuso sexual infantil. Es lo más fuerte que hemos visto porque aparecen niñas de uno o dos años abusadas por adultos.

En la web hay hasta catálogos que circulan en grupos de pederastas, en los que se ve cómo piden niños y niñas de ciertas características, como edades y color de piel.

¿Quiénes son las principales víctimas de los ciberdelitos?

Hasta hace poco eran los adultos mayores porque no sabían cómo usar Internet. Esto ha cambiado últimamente porque ahora piden ayuda antes de navegar en la web.

Las nuevas víctimas son los niños y jóvenes de entre 13 y 25 años. Ellos creen que saben cómo desenvolverse en Internet y este exceso de confianza hace que cometan errores.

Además, en redes sociales dejan abiertos sus perfiles y no ponen filtros a la información que publican.

Hubo un caso de un adolescente que fue estafado en una red social. Cuando le preguntamos cuántos de sus seguidores conocía, dijo que al 5%. Lo más probable es que el estafador sea alguien del 95% restante.

¿A qué edad es recomendable que los niños tengan redes sociales?

Las recomendaciones internacionales dicen que sea a partir de los 13 años, siempre que haya control de los padres de familia.

¿Cuáles son las recomendaciones para tener una clave segura en redes sociales o aplicaciones?

Lo más importante es no repetir la clave en redes sociales, plataformas o aplicaciones. Si es difícil recodar, se pueden utilizar bitácoras en Internet que ayudan a gestionar las claves.

Lo mejor es utilizar frases y no solo palabras que lo relacionen con su entorno. A la frase hay que sumarle símbolos, letras y números.

Lo que también se recomienda es que los padres tengan lo que se conoce como control parental en los dispositivos para conocer las actividades que realizan sus hijos.

Anterior Post

LA INSEGURIDAD HA MIGRADO HACIA LA ZONA RURAL DE SANTO DOMINGO DE LOS TSÁCHILAS

Próximo Post

ORGANIZACIONES SOCIALES SE MOVILIZARÁN PARA EVITAR LA ELIMINACIÓN DE SUBSIDIOS AL COMBUSTIBLE

post-bares