Parece un día normal donde los conductores de buses urbanos trabajan sin complicaciones, pero no. El miedo  a ser asaltados, heridos o incluso asesinados a sangre fría los aterra. Sienten pánico de ser los próximos en caer en manos de los delincuentes, tras lo ocurrido el 15 de abril donde un operador fue asesinado por uno de tres antisociales que se subieron a su medio de transporte para asaltarlo. Las imágenes son fuertes, el conductor al parecer demoró en entregar sus pertenencias lo cual habría provocado que sus victimarios apagaran su vida de una manera atroz. Quienes son parte del gremio exigen justicia y seguridad.

Ante el miedo de aparecer en cámaras muchos conductores prefieren no arriesgarse y callan ante la inseguridad. (Ambiental) Los usuarios también temen subirse a un bus.

Por esta situación, muchos pasajeros han tomado medidas de seguridad como no subir con pertenencias que pueden ser robadas o prefieren caminar para evitar ser presas de la delincuencia.

La ciudadanía pide seguridad, pues en las calles aún no hay garantías de caminar en paz, tomar un bus sin miedo o incluso estar tranquilos en sus viviendas.