La colada morada es una infusión de sabores entre dulce y ácido que combinan de manera perfecta con trozos de frutas. Su preparación, suma una herencia gastronómica, que con los años ha incluido ingredientes y procesos distintos, pero no deja de ser una tradición ecuatoriana. Cristóbal Acuña, chef de Rey Cuy, señala que esta bebida data desde generaciones muy antiguas, sobre todo en la sierra ecuatoriana. Integra alimentos cosechados en esta época del año como el mortiño, que resulta ser el toque principal entre el color y el sabor perfecto.

Primero se pone a hervir el agua y se añaden las especias incluida la panela, una naranjilla y cáscaras de piña. Allí se añade el mortiño licuado con mora, uno de los secretos de esta colada en particular. Una vez que hierven, se añade la harina y el resto de ingredientes hasta que se integren bien, se deja reposar sin fuego y queda listo para servir. El proceso de cocción puede tomar hasta 3 horas, hacerlo en casa resulta interesante para compartir. Aquí no pueden faltar las guaguas de pan, que acompañan la colada. Cristóbal explica que también tienen un significado especial.

Las guaguas y la colada se convierten en actividades comerciales que también rescatan esta tradición y que en muchos casos se ha optado por venderlas todo el año, por el pedido de clientes y amantes de esta gastronomía en particular.

La colada morada y las guaguas de pan, por generaciones ha unido a familias en el sentido de compartir y no deja de ser una de las tradiciones que se continúan heredando de padres a hijos. Sin duda, una costumbre ecuatoriana que no dejará de existir en esta época del año.