Daniel Noboa tendrá que gobernar durante unos 17 meses. El presidente electo recibirá de Guillermo Lasso un país con serios problemas de seguridad, económicos y de institucionalidad. Esta última es una de las tareas más difíciles de rescatar. Miguel Ángel Moreta, exasambleísta de Santo Domingo de los Tsáchilas, explica que en ese sentido, la reestructuración del Estado es fundamental para que las decisiones que tome para la ejecución de sus planes dé resultado.

Stalin Naranjo, analista político, explica además que la seguridad y salud, fueron dos tareas que le quedaron pendientes a Lasso y que Noboa deberá solucionar, pero todo esto, enfocado a la reducción del gasto público, que permitiría optimizar el alcance del gobierno.

Ambos expertos se contraponen en cuanto a la gobernabilidad que le brindará la Asamblea Nacional. Moreta expresa que sí habrá ese respaldo del legislativo por intereses en común que es trabajar por una reelección, mientras Naranjo advierte que podría convertirse en una piedra en el zapato como ocurrió con Lasso.

A eso se suma el desafío económico que será sostener el elevado gasto público en un año en el que se prevé una reducción de los ingresos petroleros porque en 2024 está previsto el cierre del campo petrolero Yasuní ITT, tras la consulta popular. El Gobierno de Lasso informó que la reducción anual de ingresos sería de al menos USD 1.200 millones por el cierre del campo petrolero. Pero el aumento del gasto público para el próximo año también dependerá de la intensidad de los efectos del inminente Fenómeno de El Niño.