Algunos locales no abrieron este jueves en la avenida Quevedo, un día después de la amenaza registrada contra un local de venta de repuestos automotrices. Por miedo, muchos comerciantes optaron por no atender. Mientras que otros con mucho temor, abrían sus negocios pero criticaban la falta de policías, a pesar de lo ocurrido.

Cerca de 5 horas fue el tiempo que tuvieron que esperar el miércoles para que personal especializado de la Policía Nacional que llegó de otra ciudad detone la granada de manera controlada. Mientras tanto, en territorio, los uniformados lograron capturar, en el sector de la Paquisha, a uno de los sospechosos de haber extorsionado con este explosivo a los propietarios del local.

La delincuencia es una de las preocupaciones de la ciudadanía en este sector, para protegerse, los dueños de los negocios han colocado rejas. Una situación que ha afectado su actividad económica.

Esta forma de extorsión no se había registrado anteriormente en Santo Domingo de los Tsáchilas, un suceso que ha despertado aún más la preocupación de la comunidad.