MALESTAR POR EL COLAPSO DE UNA TUBERÍA DE AGUAS SERVIDAS EN EL KM 3 DE LA VÍA A QUININDÉ
La tubería continúa destapada. Quienes tienen sus negocios de comida cerca del problema manifiestan que la clientela se ha reducido. Esto se debe a que los clientes no soportan el fuerte hedor que emanan las aguas residuales, sobre todo cuando hace sol.
Ellos piden también que se construya el sistema de alcantarillado y se les dote de agua potable, pues son dos servicios básicos con los que no cuentan.
Los habitantes de la zona solicitan la presencia de agentes de tránsito por el sector, debido a que los conductores pasan a alta velocidad provocando que sea difícil cruzar la vía.