El Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social ofrece mantener la edad mínima de jubilación, pero incrementar los años de aportación de 30 a 35. Lo que quiere decir que el trabajador pasará de laborar entre los 60 a 70 años. Esta iniciativa es impulsada por el gobierno central mediante la creación de una Comisión Ciudadana para reformar el sistema de pensiones del IESS y darle estabilidad a la institución, manifestó Patricio Reyes, exdirector provincial de la entidad. 

Las tres primeras propuestas son: 

1. Incrementar los años de aportaciones para jubilarse de 30 a 35 años, manteniendo la edad mínima de 60 años.
2. Ampliar el número de los mejores años que se tomen en cuenta para calcular la pensión jubilar.
3. Dar incentivos para que las personas se jubilen más tarde con la promesa de tener una pensión más alta.

Teresa Bolaños, docente jubilada, manifestó que el IESS podría resolver estos problemas si el estado cancelara los 20 mil millones de dólares que debe a la institución. Agregó que la debacle se generó por una serie de factores entre 2015 y 2018. Por ejemplo con la ley de justicia laboral, en la cual se eliminó el 40% de aportaciones a la pensiones jubilares.

Agregó que los mayores perjudicados con este nuevo planteamiento serán los trabajadores jóvenes. A su vez, enfatizó que el dinero de las pensiones jubilares no debió ser utilizado para otros propósitos.

La decisión final de la aplicación de la Reforma quedará en manos de este o del próximo Gobierno. El objetivo es darle sostenibilidad en el tiempo al Fondo de Pensiones porque tal como está diseñado ahora no alcanza para pagar las pensiones de los futuros jubilados.

PROPUESTA DE REFORMA

1. Incrementar los años de aportaciones para jubilarse de 30 a 35 años, manteniendo la edad mínima de 60 años.
2. Ampliar el número de los mejores años que se tomen en cuenta para calcular la pensión jubilar.
3. Dar incentivos para que las personas se jubilen más tarde con la promesa de tener una pensión más alta.