Rusia asegura que se trata de una incursión por parte de las fuerzas armadas ucranianas y Kiev se desvincula.

 Un grupo paramilitar contrario a Putin reivinidica los ataques en la región de Belgorod, fronteriza con Jarkov. Rusia asegura que se trata de una incursión por parte de las fuerzas armadas ucranianas y Kiev se desvincula del grupo y de los bombardeos, que dañaron un edificio administrativo, varios bloques residenciales y una guardería. Ocho personas resultaron heridas. La mayoría de los vecinos habían sido evacuados.

El grupo que reivindica el ataque se denomina “Legión de la Libertad de Rusia”. En un video difundido en redes sociales afirma que ha llegado el momento de poner fin a la dictadura del Kremlin y asegura haber “liberado” uno de los pueblos de la región. Además, pide a los ciudadanos  de la región que “permanezcan en sus casas, no presenten resistencia y no se asusten”.

“No somos vuestros enemigos. A diferencia de los zombis de Putin, nosotros no hacemos daño a los civiles y no los utilizamos para nuestros fines”, dice un mensaje publicado en Telegram cuyo canal tiene cerca de 160.000 seguidores en esa red social.

Kiev, por su parte, se desvincula completamente de los ataques que relaciona con ciudadanos rusos. Además mantiene que el armamento, así como algunos tanques que han podido verse en redes sociales, fueron abandonados por el ejército ruso y pueden comprarse en la calle.

Un representante del Directorio de Inteligencia Militar de Ucrania aseguró a la prensa que detrás de esos ataques están dos grupos de voluntarios rusos que combaten contra el Kremlin: el Cuerpo de Voluntarios Rusos y la Legión Libertad para Rusia.

El objetivo principal de esas incursiones sería crear una “zona de seguridad” que proteja a los civiles ucranianos de los bombardeos rusos.