Kevin Yazán, de 28 años, permanece en estado grave en el hospital Dr. Gustavo Domínguez, tras resultar herido en el atentado ocurrido este fin de semana en una locería ubicada entre la avenida Tsafiqui y la calle Tulcán, en Santo Domingo. Sus familiares manifestaron su preocupación por la falta de especialistas y medicinas en la casa de salud, lo que pone en riesgo su recuperación. Según explicaron, las balas impactaron en una de sus piernas y en un brazo, lo que le ha generado una infección severa. Temen que, de no recibir atención adecuada y oportuna, pueda perder sus extremidades. Ante esta situación, piden que sea trasladado con urgencia a un hospital de tercer nivel.

Los allegados denunciaron que el hospital no cuenta con los insumos ni la medicina necesaria, por lo que han tenido que cubrir gastos de alrededor de 30 dólares diarios desde el sábado, cuando Yazán ingresó al área de emergencias, para mantenerlo estable. 

A esto se suma la falta de alimentación y lo que consideran una deficiente atención del personal médico, ya que, afirman, el paciente no ha recibido los cuidados indispensables.

Desde el hospital se les informó que el traslado podría darse en un plazo de 15 días; sin embargo, advirtieron que otros centros de salud estarían colapsados. Esta respuesta ha incrementado la incertidumbre de la familia, que insiste en una solución inmediata. En medio  de esta situación, los parientes también rechazaron las declaraciones emitidas por la Policía, que relacionan a las dos personas fallecidas y a los siete heridos del ataque con presuntas bandas delictivas. Aseguran que Kevin y quienes estaban en el sitio habían salido de un partido de fútbol y llegaron al establecimiento a compartir, cuando fueron atacados por desconocidos.