Un fuerte terremoto de magnitud 6,9 sacudió la noche del martes la región central de Filipinas, dejando al menos 69 muertos y más de 140 heridos, según informaron las autoridades. El epicentro se localizó cerca de la ciudad costera de Bogo, en la provincia de Cebú, donde se declaró el estado de calamidad. La mayoría de víctimas se registran en esta zona, donde las labores de rescate se complican por las lluvias y el colapso de carreteras y puentes.

El sismo provocó el derrumbe de al menos 22 edificios y obligó a cientos de familias a evacuar sus viviendas en varias ciudades, incluida Iloílo. Los hospitales de Cebú se encuentran saturados por la gran cantidad de heridos que requieren atención. En las últimas horas, tropas del Ejército, policías y voluntarios, apoyados con perros rastreadores y maquinaria pesada, han sido desplegados para buscar sobrevivientes entre los escombros.

El presidente Ferdinand Marcos Jr. expresó sus condolencias y pidió a la población mantenerse alerta y seguir las recomendaciones de las autoridades. Filipinas, ubicada en el Cinturón de Fuego del Pacífico, es uno de los países con mayor actividad sísmica en el mundo, lo que hace que terremotos de esta magnitud sean frecuentes y representan una amenaza constante para la población.