El canciller venezolano Yván Gil trasladó a la Organización de Naciones Unidas (ONU) la preocupación del Gobierno de Nicolás Maduro por el despliegue militar de Estados Unidos en el Caribe. Caracas advirtió que la presencia de buques, tropas e incluso armas nucleares en la región pone en riesgo la estabilidad, recordando que en 2014 fue declarada “zona de paz”.

Durante una reunión con el coordinador residente de la ONU en Venezuela, Gianluca Rampolla, el ministro de Exteriores solicitó el apoyo del secretario general António Guterres para frenar lo que calificó como “amenazas” contra la región. Según Gil, el Ejecutivo espera que el organismo internacional contribuya a “restablecer la sensatez” en Latinoamérica y el Caribe.

Las tensiones aumentan luego de que Washington advirtiera que está dispuesto a usar “todo su poder” contra el narcotráfico hacia su territorio. Dentro de estas medidas estaría el envío de más unidades militares al mar Caribe. En paralelo, el Gobierno estadounidense duplicó la recompensa por información que lleve a la captura de Maduro, fijándola en 50 millones de dólares.