En Santo Domingo avanza con fuerza el proyecto Recreo Azul, que es un espacio lúdico pensado para niños y niñas que presentan Trastorno del Espectro Autista, y Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad, TDHA. En este lugar se desarrollan actividades que orientan en generar y desarrollar las capacidades cognitivas de los menores.

Los niños y adolescentes que sufren de autismo, una afección relacionada con el desarrollo del cerebro que afecta la manera en la que una persona percibe y socializa con otros, deben contar con un gran apoyo. El responsable del Consejo Nacional para la Integración de la Persona con Discapacidad, Conadis, en Santo Domingo, Fabián Jaramillo, ve como una alternativa interesante este proyecto, y cree que se debe replicar con entidades públicas e instituciones privadas para ayudar a trabajar en salud mental.

El presidente de la Asociación de Padres y Amigos para el Apoyo y Defensa de los Derechos de las Personas con Autismo, Vladimir Andocilla, por su lado, también ve como excelente alternativa este proyecto.  Señaló que a nivel nacional vienen apoyando más proyectos similares y que en el país se contabilizan 150 mil niños con autismo, aunque según las estadísticas, podría existir más de 400 mil.

El Recreo Azul es un proyecto  que transforma el recreo en un ambiente estructurado, predecible y acogedor, con rutinas claras, apoyos visuales, juegos planificados y ambientes tranquilos. El objetivo es reducir la ansiedad y el estrés que pueden experimentar los estudiantes en los recreos convencionales, promoviendo la calma, el respeto, la participación y el desarrollo de habilidades sociales.