La afluencia de ciudadanos hacia los Centros de Atención al Usuario se ha reducido. Aún en las unidades de buses urbanos de Santo Domingo se cancela en efectivo, continuando con la guerra del centavo. Estefanía Ruiz, representante del CAU de las cooperativas Río Toachi y Rumiñahui, manifestó que no se ha entregado el primer lote de las 15 mil tarjetas que poseen para pasajeros en general, con discapacidad, tercera edad, estudiantes y las de choferes debido a que no se ha dado una resolución acerca de la unificación de una sola tarjeta para este servicio en el cantón.

La historia se repite en el Centro de Atención al Usuario del Consorcio MÍO, desde la resolución emitida por la jueza Susana Sotomayor, el 6 de junio pasado, las oficinas de este lugar se encuentran vacías y apenas llegan 3 usuarios por día a recargar. Muchos ciudadanos creen que las tarjetas ya no están funcionales tras el dictamen, explicó Diana Farías, representante de este sitio.

Los usuarios de los buses urbanos han cuestionado la implementación de estas nuevas tecnologías. Muchos de ellos han preferido seguir pagando de manera física, pues ven como un problema tener diferentes tarjetas de cooperativas. A estos reclamos se suman que aún en varias unidades no se han retirado los torniquetes, generando molestias para los usuarios, quienes consideran como innecesaria esta herramienta.

Según un documento enviado por la Jueza Susana Sotomayor el lunes 14 julio a la Delegación de la Defensoría del Pueblo, esta entidad tiene hasta el 21 de julio para enviar un informe sobre el cumplimiento de la sentencia, en la que dictaminó el retiro de los torniquetes y la disculpas públicas de los transportistas.