Un ambiente tenso se vive en las cooperativas de buses de la terminal terrestre de Santo Domingo. Esto tras un nuevo atentado ocurrido este martes 8 de julio en contra de un bus interprovincial. Este ataque, suscitado en la vía Babahoyo – Parroquia San Juan, se debería a un intento de extorsión por presuntas bandas delictivas. Como resultado el operador quedó herido a la altura de su brazo después de que los delincuentes dispararon contra el parabrisas. Los conductores manifiestan sentirse preocupados y sin garantías por parte del Gobierno para cumplir su trabajo.

Los conductores explican que la ruta Santo Domingo – Guayaquil es una de las más conflictivas. Cuestionan la falta de intervención del bloque de control ante la inseguridad, dejándolos expuestos a la delincuencia, esto a pesar de la inversión que han realizado los propietarios de la unidades con respecto a cámaras de vigilancia y dispositivos de rastreo.

Los pasajeros de las diferentes unidades de buses interprovinciales explican que evitan viajar durante las noches o simplemente no lo hacen por la inseguridad, salvo el caso de una urgencia, medida tomada por el alto riesgo a ser víctimas de una bala cruzada.

Los transportistas han cuestionado la seguridad en la vía y la supuesta tecnología e intervención que se realizaría en rutas calificadas como calientes, pues mencionan que los resultados no se ven reflejados. Señalan que la inseguridad aumenta y su operatividad disminuye por miedo a ser víctimas colaterales.