EL LIDERAZGO FEMENINO IMPULSA LA INNOVACIÓN Y REDUCE BRECHAS: ECUADOR SE POSICIONA EN LA REGIÓN
Las mujeres están transformando el liderazgo empresarial y social con una visión más inclusiva, sostenible e innovadora. Según el informe Women in Business 2025 de Grant Thornton, el 34% de los cargos directivos en el mundo ya son ocupados por mujeres, y su presencia sigue en aumento, especialmente en sectores como tecnología, finanzas y emprendimiento.
A nivel global, las empresas con mayor diversidad de género en sus equipos ejecutivos tienen un 25% más de probabilidades de superar a sus competidores en rentabilidad, según McKinsey & Company. Además, un reciente estudio muestra que las organizaciones lideradas por mujeres pueden generar hasta un 48% más de innovación.
En el contexto latinoamericano, la participación femenina ha avanzado con fuerza. América Latina es una de las regiones con mayor representación de mujeres en parlamentos y gabinetes ministeriales. Sin embargo, persisten desafíos en el acceso a cargos de alta responsabilidad y en la toma de decisiones estratégicas.
En Ecuador, el liderazgo femenino también gana terreno. El país ha mejorado notablemente su posición en el índice global de brecha de género, pasando del puesto 50 al 16, y ha reducido la brecha salarial del 20% al 15%. No obstante, aún hay desafíos: solo el 53% de las mujeres están activas en el mercado laboral, frente al 78% de los hombres, y apenas el 32% acceden a empleos de calidad.
En este contexto, iniciativas como el Women Economic Forum (WEF) cobran fuerza. Con cinco ediciones en Ecuador y presencia en 144 países, el WEF impulsa el liderazgo femenino a través de redes de mentoría, formación, diálogo multisectorial y alianzas estratégicas. Este 2025, el evento internacional se celebrará en Cuenca y reunirá a líderes de 14 países.
Catalina Cajías, directora del WEF Ecuador, resalta:
“Acelerar los cambios estructurales que limitan el liderazgo femenino es una urgencia compartida. No se trata de competir, sino de colaborar. Solo construyendo juntos podemos abrir caminos reales hacia una sociedad más equitativa.”
El liderazgo femenino ya no es una opción: es un motor clave para el desarrollo económico, social y humano del siglo XXI.