No es nada nuevo que los contratistas de obras municipales son objetivos claros para los extorsionadores. Según el experto en seguridad  Kleber Carrión, muchos de los casos no llegan a oídos de las autoridades, peor a la Justicia ecuatoriana. Esto porque el procedimiento es el mismo. Presentar una denuncia donde la víctima debe identificarse.

En el caso de Santo Domingo, según el director  de Obras Públicas de la municipalidad, Edwin Proaño, en los barrios considerados conflictivos es donde se presentan novedades. Sin embargo, son casos aislados, expuso.

Los municipios ejecutan obras bajo contrato, administración directa y cogestión. Cuando hay problemas de inseguridad, la mayoría de las veces suelen suspenderse parcialmente los trabajos. Cuando esto sucede, la municipalidad no pierde, y cada contratista debe buscar una solución, expuso Proaño.

Según Carrión, los principales afectados con estas acciones delincuenciales son los representantes de las empresas que realizan los contratos y la comunidad donde se ejecuta la obra, porque esto significa retrasos.