Aunque las bayas de seguridad continúaban en la calle Ambato, el acceso se encontraba repleto de comerciantes informales. Las lavacaras llenas de productos impedían que los transeúntes se movilicen con normalidad. El pasado 29 de febrero, la dirección municipal de control territorial estableció un plan piloto para despejar a los comerciantes, pero han pasado 12 días y no se reflejan los resultados esperados. La ciudadanía considera que esta acción no funcionó y que se debe dar apertura para que realicen su actividad comercial en otros espacios.     

Daniel Toaquiza, vicepresidente de la asociación 5 de Mayo señaló que por varios años han  lidiado con esta situación, indica que los clientes no pueden ingresar hasta el establecimiento porque el comercio informal obstruye el paso y no permite que sus productos y sus ofertas se muestren al público. 

Si bien las bayas fueron colocadas para que los tricicleros no se instalen en la calle Ambato, las mismas están ubicadas en las zonas de parqueo y  ocupan casi medio metro del acceso, por lo que el paso para los automóviles ahora es más angosto. Esa situación ha causado malestar para quienes se movilizan con frecuencia por este lugar. 

En un inicio la Municipalidad de Santo Domingo dispuso que 25 agentes de control municipal vigilarán que la calle Ambato se encuentre despejada, pero actualmente solo 3 de ellos se encontraban supervisando la zona. El malestar ciudadano persiste ante esta situación, pues consideran que esto causa desorden y mala imagen.