A pesar que la tubería de agua potable, que traslada este recurso desde la planta de captación del río Lelia y pasa por kilómetro 83 hasta llegar a la planta de tratamiento se encuentra sepultada entre piedras y aún extremo de esta quebrada, el personal del peaje Santo Domingo explicó que no existe ningún peligro de daño en la misma. Esto debido a que se ha reforzado el conducto para evitar que nuevos deslizamientos puedan afectar su estructura mencionó Máximo Cueva, jefe de mantenimiento vial del peaje.

El funcionario aclaró que todos los trabajos han sido controlados incluido las detonaciones que se han realizado. Por ello, no se han reportado novedades.

Sin embargo, los ciudadanos piden que se realicen trabajos preventivos para evitar que la dotación de agua se vea afectada.