En la escena donde fue asesinada la abogada Miriam Pacheco, la policía identificó al menos 9 indicios balísticos. Según testigos, los disparos que recibió en su mayoría fueron en la cabeza, la acción del sicario que entró armado a su oficina era acabar con su vida, sin errores. Fue asesinada en cuestión de segundos, ante los ojos de su asistente y demás personas que estaban en este edificio, en donde hay un gran número de consultorios jurídicos, a una cuadra del Consejo de la Judicatura de Santo Domingo de los Tsáchilas. Ocurrió el lunes en la tarde, las personas que estaban en el sitio, afirmaron que el sujeto salió caminando, luego se subió a un auto y abandonó el lugar. Ángel Chum, también abogado, afirma que estas situaciones no son nuevas en el país y son muchos los casos en que profesionales del derecho han sido asesinados bajo esta misma modalidad.

La abogada Paulina Mogrovejo, por su parte, señala que no hay garantías para ningún profesional del derecho, en ninguna materia que realice su trabajo. A eso se suma la ineficiencia de ciertos protocolos que sí existen pero que solo están en papeles.

Chum por su parte añade que esto no solo se evidencia en abogados en libre ejercicio, sino que también se ha extendido a los operadores de justicia, es decir, jueces y fiscales.