A lo largo de la calle Ambato, es común observar a vendedores en las veredas expendiendo carnes, pollo y legumbres con sus respectivas balanzas. En un operativo de rutina, la Comisaría Segunda de Policía decomisó tres básculas que estaban alteradas, una de ellas reflejaba 4 libras de más del peso real, esta fue decomisada a una vendedora de pollos.

Las autoridades expresan que estas actitudes de algunos comerciantes son reiterativas, por lo que los abordajes y operativos serán más constantes, pero resulta un limitante la sanción, pues se trata de comerciantes informales a quienes no se puede clausurar.

Muchos comerciantes expresan que cuentan con balanzas digitales que muy difícilmente se pueden alterar y para ellos es clave dar el peso justo por el precio que paga la ciudadanía, pues muchos de ellos tienen un puesto en el interior del mercado municipal y por la falta de venta salen a las veredas.

Los clientes que para evitar ser estafados, suelen comprar a un mismo comerciante.

Estos escenarios son cotidianos en esta zona céntrica de Santo Domingo, que no deja de ser un punto conflictivo por el desorden del comercio ante los escasos intentos de agentes de control municipal de retirar a los comerciantes de las veredas, pese a que la normativa los avala.