La delincuencia en varios sectores de Santo Domingo no da tregua. Los maleantes han puesto su objetivo también en los buses urbanos, donde se suben armados, golpean al operador y les quitan las pertenencias a los pasajeros. Los transportistas señalan que implementaron una parte de la compensación que les entregó la Empresa Pública Municipal de Transporte durante un año en cámaras de vigilancia y botones de pánico para tratar de mitigar la inseguridad, pero los resultados no han sido los esperados. 

En promedio, los transportistas son vacunados con alrededor de $5 dólares en sus unidades de las 382 que circulan en el cantón. Una pérdida que alcanza los $1.910 cada día. Los conductores aseguran que a pesar del miedo trabajan para mantener a sus familias, pero requieren la colaboración de las autoridades para precautelar su seguridad.

Alrededor de 300 mil usuarios ocupan los buses urbanos para llegar hasta sus destinos en Santo Domingo. La inseguridad es una de las situaciones que más les preocupa, pues muchos prefieren no llevar sus pertenencias o tomar taxi por seguridad.

Los sectores más inseguros identificados por los transportistas son: Cristo Vive, Carlos Ruiz Burneo, Plan de Vivienda, Virgen del Cisne, Luz de día, El Paraíso, entre otros. En algunas cooperativas han invertido hasta 4 mil dólares en cámaras de vigilancia y trabajan en una plataforma conectada con la policía mediante botones de pánico para mayor seguridad.