Hasta que esto ocurra, los habitantes de varios sectores aprovechan el agua de la lluvia para abastecerse. Mientras otros han optado por pedirle a los vecinos que tienen pozos o compran bidones. La inconformidad es evidente, pues hace aproximadamente un mes les habían asegurado que este recurso ya llegaría a los hogares.

Sandra Ocampo, alcaldesa del cantón, enfatizó que hasta el momento tienen 5 pozos profundos y distribuyen tanqueros para abastecer a gran parte de las familias con este recurso. Se tenía pensado habilitar un cubo más, pero ante el anuncio de que en los próximos días se retomará el servicio normal, esta idea fue descartada. Aún así, estas instalaciones seguirán siendo utilizadas.

En la nueva infraestructura se han reforzado las bases de las tiras que sostienen el tubo que transporta el líquido con muro de gaviones, por si el río Blanco vuelve a desbordarse. Con esto se espera evitar que nuevamente la creciente se lleve la obra. Las últimas lluvias también fueron aprovechadas para hacer estudios de soporte. El nuevo ducto que transporta el agua tendrá una longitud de 160 metros, 35 más que el anterior.