Si bien la iniciativa es ambiciosa ha traído consecuencias colaterales. Una de ellas es que los buses urbanos tienen que ingresar por la entrada de la vía Aventura y dar una larga vuelta para recoger a los pasajeros, señalaron los operadores.

Cuando los delincuentes ingresan al lugar a robar, solo tienen un paso por sector, una vez visualizados por los moradores, activan las alarmas y cierran la única puerta que permanece abierta para atraparlos. Esta propuesta ha sido aprobada por los padres de familia, quienes temen que sus hijos sean asaltados.

Los habitantes esperan que se mantenga esta iniciativa, pues la primera vez que colocaron las vallas de seguridad fueron retiradas por la Dirección de Control Territorial del Municipio. Tras esto dialogaron con la alcaldía para que los nuevos protectores permanezcan en los accesos.