Desde el inicio del mandato del presidente Guillermo Lasso, Santo Domingo de los Tsáchilas ha contado con 5 gobernadores. El primero fue Adrián Granizo, quien estaba en funciones cuando inició el nuevo gobierno, dos meses más tarde fue removido y se colocó a Miguel Orellana, quien fue reemplazado más adelante por Orlando Castillo, quien estuvo varios meses hasta ser reemplazado por el en ese entonces jefe político, Luis Miguel Guamán, quien se mantuvo en el cargo hasta el pasado jueves, en que se firmó un nuevo decreto ejecutivo que puso al exasambleísta Gruber Zambrano como el nuevo gobernador de la provincia. Todos estos cambios han limitado la capacidad de ejecutar proyectos gubernamentales en territorio, sobre todo en él área de seguridad. Jorge Trujillo, exrepresentante del ejecutivo en el territorio, explica que al tratarse de cargos políticos de libre remoción de por sí, ya existe un limitante, a lo que se añade la falta de presupuesto y poca capacidad de tomar decisiones.

Sin embargo, sí hay articulaciones que debe liderarlas para verificar que se dé cumplimiento a las políticas públicas de las diferentes carteras de Estado de acuerdo al plan del gobierno nacional. Pablo Santos, exjefe de la Subzona de Policía Nacional en Santo Domingo de los Tsáchilas, señala que en cuanto a operatividad por seguridad, un representante del ejecutivo debe dar seguimiento para verificar que cada institución ejecute su rol.

Por su parte, Trujillo indicó que existe un costo en la asignación de personas a este cargo, y es por compromisos políticos, de esta forma, cree que estas circunstancias no favorecen a la ciudadanía y no van de la mano con la capacidad de gestión de una autoridad.

Al momento en Santo Domingo de los Tsáchilas no hay gobernador posesionado. El recientemente asignado, Gruber Zambrano, tomará la posta de manera formal este martes a las 15 horas.