La situación de las personas privadas de libertad que cumplen condena en el Centro de Privación de Libertad Bellavista, en Santo Domingo de los Tsáchilas, se ha vuelto cada vez más compleja, aseguran los familiares. Enfatizan que desde hace dos meses no se les ha permitido ingresar para ver a sus allegados y desconocen el estado de salud de muchos de ellos, debido a la escasa información proporcionada por las autoridades.

Por el momento, el economato permanece suspendido en Bellavista. Los familiares indicaron que únicamente se les permite ingresar artículos de aseo personal y agua, medida que fue restablecida hace apenas una semana. Señalan que, aunque estas entregas alivian parcialmente las necesidades básicas, los internos aún requieren alimentos que no han podido ser ingresados.

La seguridad en el centro carcelario se mantiene con un triple filtro, la Policía Nacional ha asumido el control total tras el retiro de las Fuerzas Armadas. Según los parientes, el ambiente dentro del CPL permanece tranquilo pese a los traslados realizados hace un mes, pero recalcan que es urgente permitir el acceso de productos alimenticios.

Se buscó una entrevista con el nuevo director del Centro de Privación de Libertad; sin embargo, el personal de seguridad informó que por el momento no se brindarán declaraciones. Los familiares han solicitado reunirse con la nueva autoridad para exponer sus inquietudes y garantizar la reactivación de varios servicios dentro del centro penitenciario.