FESTIVAL REUNIÓ A LOS MEJORES EXPONENTES GASTRONÓMICOS EN UN SOLO LUGAR
Durante el feriado de Difuntos, las familias mantuvieron viva una tradición que trasciende generaciones: visitar el camposanto para rendir homenaje a quienes partieron, recordando que, aunque el tiempo pase, el amor y los recuerdos permanecen. Con flores, velas o simplemente con su presencia, muchos acudieron para decir simbólicamente: “he venido a visitarte”.
Los comerciantes de flores y artículos tradicionales aprovecharon estos días para ofrecer sus productos; sin embargo, reportaron una disminución en las ventas en comparación con años anteriores. Entre las razones mencionan el cierre temporal de vías debido a obras municipales, lo que dificultó el acceso al cementerio. Aun así, se pudieron encontrar arreglos para todos los presupuestos, desde opciones sencillas hasta elaboradas composiciones florales.
Para muchos, acercarse al cementerio es una forma de sentir cerca a sus seres
queridos, mantenerlos vivos en la memoria y agradecer su paso por este mundo. Limpiar, adornar, pintar, encender una vela, colocar una flor o guardar un minuto de silencio se convierte en un acto de amor y gratitud.
Este tiempo invita a reflexionar, a valorar a quienes aún tenemos a nuestro lado y a honrar con respeto y cariño a quienes ya partieron. Tradiciones como esta nos recuerdan que el recuerdo es un puente que une nuestra historia, nuestras raíces y nuestro corazón.