FAMILIAS DISFRUTARON DE LA OFERTA GASTRONÓMICA Y TURÍSTICA EN STO. DGO.

Su especialidad son las tongas y el seco de gallina, recetas tradicionales que reflejan el auténtico sabor del campo. La clave del éxito está en cuidar la calidad de cada plato y ofrecer una atención cercana y amable.
Los comensales disfrutan de sus comidas en un ambiente ameno, rodeado de naturaleza y alejado del ruido de la ciudad, lo que lo convierte en una parada ideal para quienes buscan un momento de calma y buena comida.
Pero no todo se trata de gastronomía. Los balnearios también son una excelente opción para quienes prefieren disfrutar del agua y el descanso. En el kilómetro 5 de la vía a Quito se encuentra TurisKol, un espacio que combina la frescura del entorno natural con la comodidad de sus instalaciones. Allí, las familias encuentran un lugar perfecto para compartir tiempo de calidad, mientras otros, por motivos laborales, hacen una parada a solas, pero con el corazón puesto en casa.
Tanto El Parador de Grecia como TurisKol reflejan la esencia del turismo local: cercanía, calidez y sabor. Cada detalle, desde la preparación de los alimentos hasta la atención al cliente, está pensado para ofrecer experiencias memorables. En Santo Domingo, estos establecimientos se consolidan como parte de una ruta gastronómica y turística que invita a disfrutar, compartir y valorar lo mejor de la provincia.