El pasado 5 de mayo de este año, las autoridades municipales decidieron cerrar la calle Ambato, tramo de la avenida 29 de Mayo y Guayaquil, al tránsito vehicular, un punto muy concurrido por los ciudadanos en Santo Domingo. Han transcurrido más de dos meses y los comerciantes evalúan los resultados. Algunos comentan que el orden es notorio, pero las ventas se mantienen bajas. 

El grupo de comerciantes que más se ha visto perjudicado son quienes preparan alimentos. Ellos aseguran que han tenido que reducir las porciones para no verse tan afectados. 

La ciudadanía se muestra a favor de las medidas que tomó el municipio. Resaltan que antes era imposible transitar con facilidad por el lugar y ahora lo pueden hacer con algo de calma, pero la presencia de los vendedores ambulantes es constante.

Las autoridades municipales justificaron la decisión de cerrar la calle Ambato y sus transversales, al igual que la clausura de varios locales de cárnicos. Como respuesta a estas acciones, varios comerciantes de frigoríficos tuvieron que instalarse en el Mercado Central Municipal para vender su mercancía. La medida busca poner orden, principalmente.