El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha anunciado que, si regresa a la Casa Blanca en 2025, impondrá aranceles unilaterales a las importaciones, con el objetivo de presionar a otros países para renegociar acuerdos comerciales favorables a su administración. En concreto, Trump planea negociar únicamente con un grupo selecto de 15 países que, según él, son aliados clave o representan relaciones comerciales estratégicas para Estados Unidos. Esta postura marcaría un giro hacia un comercio más proteccionista, retomando políticas de su anterior mandato, como la guerra comercial con China.

Además, Trump ha descartado la posibilidad de una nueva moratoria en la deuda estadounidense, asegurando que tomará medidas inmediatas para reducir el déficit comercial. Su enfoque económico se centra en priorizar la producción nacional y proteger las industrias estadounidenses, aunque sus propuestas han generado preocupación entre economistas que advierten sobre posibles represalias comerciales y efectos negativos en la economía global. Estas declaraciones forman parte de su campaña electoral, en la que refuerza su imagen de líder fuerte y nacionalista.