Horas de angustia vivieron los residentes del barrio Mi Recinto Chiquito, ubicado entre Los Unificados y El Libertador, tras el torrencial aguacero del pasado jueves 17 de abril. Las intensas lluvias causaron el desbordamiento del agua, que alcanzó niveles estimados entre tres y cuatro metros, inundando varias viviendas. Personal de la Escuela de Policía, ubicada en la calle Bahía de Caráquez, acudió al lugar para brindar asistencia inmediata, según relataron los afectados. Cada vez que llueve, los moradores viven con temor e incertidumbre. Observan con preocupación cómo el agua se acumula en la calle principal e ingresa al barrio como una cascada, sin que haya una salida adecuada que permita su evacuación.

Los vecinos consideran que la alcantarilla actual no es funcional, ya que no soporta el volumen de agua que llega desde los sectores de Los Unificados y El Libertador. Esta se represa en la comunidad afectada, generando inundaciones recurrentes.

Hasta el momento, los residentes aseguran no haber recibido ayuda por parte de las autoridades. La mayoría de sus enseres se dañaron y lo poco que lograron salvar permanece ahora en los patios de sus viviendas.

Las huellas del desastre aún son visibles: paredes humedecidas y marcas en los muros muestran hasta dónde llegó el nivel del agua. Los habitantes temen que la emergencia se repita, ya que el invierno todavía no termina.