En Ecuador se registraron varios eventos naturales que están dejando serias afectaciones. Estos efectos climáticos experimentados hasta el momento no guardan mucha relación con el fenómeno de La Niña, según el hidrogeólogo Walter Molina, y responden a la temporada lluviosa donde se presentan graves precipitaciones.

La Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA) realiza el monitoreo del cambio climático y confirmó que La Niña se perfila como una de las fases más débiles en años recientes, pero no se descarta que se presente en los meses de abril y mayo, acotó Molina. La Niña es un fenómeno climático opuesto al Niño. Es decir, se caracteriza por una disminución de las temperaturas y la ausencia de lluvias.

Los efectos de La Niña pueden acarrear graves consecuencias sobre la agricultura y el abastecimiento de alimentos, aunque no está de más decir, la escasez de agua potable para el consumo humano. El director de operaciones y mantenimiento de la Empresa Pública Municipal de Agua Potable y Alcantarillado de Santo Domingo, Elvis Ordóñez, aseguró que se están preparando ante este posible efecto climático. detalló que el Río Lelia otorga 1000 litros por segundo de líquido vital, y en el mes de junio se sumarían 800 litros por segundo más del Río Otongo.

Además, señaló que cuando se presentan condiciones climáticas adversas, activan un plan de contingencia.

El experto en hidrogeología lamentó que en esta ciudad aún no se cuente con estaciones para el registro del conocimiento y comportamiento del clima, ya que Santo Domingo es una de las regiones con la mayor pluviosidad del litoral en época lluviosa. Esto limita saber si existen o no cambios en el clima para tomar decisiones a tiempo.