La impugnación de sanciones de tránsito es una preocupación constante entre los conductores, especialmente en casos donde no son notificados oportunamente o se enteran de la infracción meses después de que ocurrió. Ángel Chum, experto en tránsito, recordó que todos los ciudadanos tienen el derecho de impugnar una sanción vial dentro de los tres días hábiles posteriores a ser notificados. Esto puede hacerse a través del correo electrónico registrado o mediante notificaciones personales entregadas por un agente de tránsito.

Para impugnar una sanción, los conductores deben contar con el apoyo de un abogado, lo que implica gastos adicionales. Esta situación desanima a muchos a presentar un reclamo formal. El panorama ha cambiado desde la aplicación de las reformas a la Ley de Tránsito en 2021, que priorizan el pago de multas con descuentos si se realiza dentro de los primeros 20 días, lo cual ha dejado en segundo plano el impacto de la reducción de puntos en la licencia, pero no han resuelto la problemática de la notificación y el proceso de impugnación.

Miguel, quien prefirió mantener su anonimato por temor a represalias, denunció que le fue debitado un monto por una multa que desconocía. Este tipo de situaciones se repite constantemente, generando indignación entre los afectados.

Los conductores coinciden en que el factor económico limita a muchos a no presentar los debidos reclamos.

Chum también señaló que los agentes de tránsito tienen la obligación de asistir a las audiencias de impugnación para presentar pruebas que respalden la sanción. Sin embargo, en la práctica, esto no siempre ocurre. Cuando los uniformados no asisten, el conductor que presentó la impugnación tiene mayores probabilidades de ganar el caso. No obstante, los ciudadanos denuncian que esta posibilidad se ve empañada por la burocracia y la falta de efectividad en el proceso.