Con agua, papel higiénico, más artículos de aseo y comida, llegaban los familiares de las personas privadas de la libertad a la cárcel Bellavista en Santo Domingo, tras conocer que se suspendió desde el 30 de abril el servicio de alimentación por falta de pago a la empresa La Fattoría, proveedora de la comida.

El Gobernador de Santo Domingo de los Tsáchilas explicó que el servicio de alimentación no está suspendido en la cárcel de Bellavista. Además, aclaró que el director del Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de la Libertad y a Adolescentes Infractores  está realizando las gestiones necesarias para que este servicio continúe.

Sin embargo, según indicaron los familiares de los detenidos, observaron como varios trabajadores del comedor cesaron su labor dentro de la cárcel y se retiraron de la institución. Ante esta situación se organizaron, crearon grupos para llevar donaciones, pero desconocen qué tipo de alimentos deben llevar. Un letrero improvisado colocado al ingreso de la cárcel advierte que no pueden dar dinero en efectivo. Solo llegan hasta aquí, porque hay un fuerte filtro de seguridad que resguarda al centro de privación.

En esta cárcel hay más de mil internos, cifra que supera la capacidad máxima. Desde el estado de excepción que inició en enero y luego se alargó, las visitas se mantienen suspendidas, los familiares solo conocen del estado de salud de los reos a través de los abogados.

Intentamos obtener la versión del director de la cárcel de Bellavista, pero no obtuvimos respuesta para conocer hasta cuándo estaría suspendido el servicio de alimentación y las visitas. A escala nacional 11. 400 privados de libertad de 20 cárceles se quedaron sin este beneficio y se teme que eso pueda generar revueltas.