Aguas residuales putrefactas se estancan en las veredas del Km 3 ½ de la vía Quevedo, esta situación se genera debido a que el sistema de alcantarillado cumplió su vida útil. Dolores Valarezo vive en este sector desde hace 50 años, indica que este problema ha persistido durante mucho tiempo, pese a que han realizado múltiples pedidos a la Empresa Pública Municipal de Agua Potable y Alcantarillado para que den una solución, pero señalan sentirse ignorados.

Diana Reyes tiene un local de comida a un costado de la vía, a diario recibe cerca de 100 clientes, la mayoría de ellos le cuestionan sobre el hedor que generan las aguas residuales acumuladas en la vereda. Indica que este problema está afectando su negocio.

La situación empeora aún más cuando llueve, las veredas se convierten en un río que lleva consigo el mal olor de las aguas y basura. Los comerciantes del sector indican que paralizan sus actividades cuando esto sucede, ya que los clientes no pueden cruzar hasta sus locales.

Hacen un llamado puntual a las autoridades municipales para que tomen cartas en el asunto, pues este sector acoge a una gran afluencia vehicular.