Cada vez que un vehículo de carga pesada circula por el puente de la vía Tinalandia -Alluriquín, la infraestructura se mueve. Los moradores de esta zona rural de Santo Domingo de los Tsáchilas tratan de impedir el paso de estos automotores, pues temen quedarse sin este importante viaducto que les permite sacar sus productos a la ciudad.

Desde la emergencia hace ya 2 meses en el kilómetro 83 y ahora hace poco en el 82, la afluencia de vehículos aumentó de 50 diarios a 200, de los cuales, un gran porcentaje son automotores de carga pesada que han dañado aún más la vía. Esto es afirmado por varios conductores de carros livianos que circulan por el sitio.

Juan Betancourt, presidente de Alluriquín, explicó que a lo largo de la vía Alóag – Santo Domingo existen 10 puntos vulnerables, entre los que más preocupa y aún no se ha dado una solución definitiva es en el 83. Recalcó que varios conductores se desvían hacia rutas alternas dañando más rápido el lastrado que se realiza.

La presencia de agentes de tránsito es una petición urgente de los habitantes de Tinalandia, pues a pesar de los esfuerzos, los conductores de vehículos de carga pesada ignoran las advertencias y cruzan poniendo en peligro sus vidas y la de los moradores. Otros también denunciaron que los moradores piden dinero para realizar reparaciones a la calzada, lo que está prohibido, señalaron desde la Prefectura.

En este punto los habitantes de Tinalandia están pidiendo dinero a los conductores, de manera voluntaria, para arreglar el puente y evitar quedar incomunicados.