marzo 4, 2024

HAITÍ DECLARA EL ESTADO DE EMERGENCIA Y UN TOQUE DE QUEDA POR LA VIOLENCIA DE LAS BANDAS

El Gobierno haitiano declaró el domingo el estado de emergencia y el toque de queda por un período de 72 horas renovable en el departamento del Oeste, donde está Puerto Príncipe, debido a la “degradación de la seguridad” y los ataques de la víspera de dos cárceles a manos de las bandas armadas que han generado el caos en la capital, Puerto Príncipe.

En un comunicado, el Ejecutivo indica que a fin de “restablecer el orden y tomar las medidas apropiadas para recuperar el control de la situación”, el toque de queda rige esta noche hasta las 05.00 horas, y el lunes, el martes y el miércoles próximos desde las 18.00 a las 05.00 horas.

Esta medida no afecta a los miembros de la fuerza pública que estén de servicio, los bomberos, los conductores de ambulancias, personal sanitario y periodistas debidamente identificados.

“Las fuerza del orden han recibido el mandato de usar todos los medios legales a su disposición para que se respete el alto el fuego y detener a los infractores”, agrega la nota firmada por Patrick Michel Boivert, que actúa como primer ministro en ausencia de Ariel Henry.

El decreto de emergencia se produce tras una dramática escalada de la violencia durante el fin de semana que paralizó partes de la capital, dañó las comunicaciones y provocó dos fugas de prisión, incluida una en la prisión más grande del país.

El presidente de Digicel, un importante proveedor de telecomunicaciones del país caribeño, dijo que las líneas se habían visto afectadas tras días de violencia callejera en partes de la capital.

Los equipos de campo lograron restablecer completamente la conexión el domingo por la tarde, dijo el presidente de Digicel, Maarten Boute, en una publicación en X, gracias a los “técnicos valientes que trabajaron incansablemente, en condiciones muy precarias, para hacer esto posible”, agregó.

No estaba claro cuántos reclusos estaban prófugos. Fuentes cercanas a la institución dijeron que probablemente se trataba de una mayoría “abrumadora”. La penitenciaría, construida para albergar a 700 presos, albergaba a 3.687 en febrero del año pasado, según el grupo de derechos humanos RNDDH.

Un trabajador penitenciario voluntario afirmó el domingo que 99 presos habían optado por permanecer en sus celdas por temor a morir en el fuego cruzado.

Entre ellos se encontraban los 17 soldados colombianos retirados que fueron encarcelados por su presunta participación en el asesinato del presidente Jovenel Moïse. Uno de ellos explicó a los medios que accedieron al interior del recinto, entre ellos EFE, por qué no huyó: “No me volé porque no debo nada. Estoy viviendo un karma, solamente Dios sabe lo que estoy viviendo y lo que me ha tocado vivir”.

Tras esta visita, los presos colombianos fueron trasladados a “otras instalaciones”, confirmaron a EFE fuentes oficiales. La Cancillería de Colombia detalló en un comunicado que “el traslado de los colombianos privados de la libertad se produjo después” de enviar “una nota diplomática al Gobierno de la República de Haití, en la que le solicitaba que se brinde especial protección a la integridad física y seguridad de los nacionales colombianos privados de la libertad en ese país”.

Los cuerpos de tres reclusos que habían intentado huir yacían muertos el domingo en el patio del complejo penitenciario, según afirma Reuters, y aunque no hay datos oficiales, al menos una quincena de los presos evadidos fueron asesinados, según pudo comprobar EFE al contabilizar los cadáveres esparcidos por varios puntos de la capital.

También fue invadida una segunda prisión de Puerto Príncipe que albergaba a unos 1.400 reclusos y hombres armados ocuparon y destrozaron el principal estadio de fútbol del país, manteniendo a un empleado como rehén durante horas, dijo la federación de fútbol de Haití.

Cherizier advirtió esta semana a los lugareños que impidieran que los niños fueran a la escuela para “evitar daños colaterales” a medida que aumentaba la violencia en ausencia del primer ministro.

Casi 15.000 personas se han visto obligadas a abandonar sus hogares en los últimos días, y 10 sitios que albergaban a desplazados internos fueron vaciados durante el fin de semana, según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) de las Naciones Unidas.

El aumento de los ataques ocurre tras las protestas violentas que de los últimos días después de que el primer ministro viajara a Kenia para intentar avanzar en la creación de una misión de seguridad respaldada por la ONU en Haití que sería encabezada por este país de África Oriental.

Henry, que llegó al poder en 2021 tras el asesinato del último presidente del país, Moïse, había prometido previamente dimitir a principios de febrero. Más tarde dijo que primero se debía restablecer la seguridad para garantizar elecciones libres y justas.

La Policía Nacional de Haití tiene aproximadamente 9.000 agentes para brindar seguridad a más de 11 millones de personas, según la ONU. Habitualmente se ven abrumados y superados en armas por las pandillas, que se estima que controlan hasta el 80% de Puerto Príncipe.

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