Santo Domingo se ha convertido en una segunda casa para los migrantes venezolanos y colombianos. Según datos del Inec en el cantón viven 12.212 migrantes de los cuales el 45% son venezolanos y el 37,7% colombianos. La cantidad de extranjeros que llegan encuentran grandes oportunidades de trabajo, lo cual ha permitido quedarse y estrechar lazos de amistad con los ecuatorianos. Por ello, la xenofobia en la ciudad es reducida, mencionó Luis García, presidente de Asovec-SD.

Los migrantes enfatizan que desde un inicio han encontrado en Santo Domingo un lugar para estabilizarse. Esto a pesar de que un inicio veía al cantón como un sitio de paso, pero la calidez de su gente los hizo cambiar de opinión.

Las oportunidades que brindan las autoridades locales les han permitido desarrollar sus emprendimientos.

Esto se ve reflejado en los eventos que incentivan a la convivencia entre hermanos colombianos, venezolanos y ecuatorianos. Como programas de educación temprana para niños con el objetivo de mitigar la xenofobia que separa a los pueblos.